viernes, 14 de agosto de 2015

No me arrepiento de nada porque mis errores me ayudaron crecer. Aprendí que aunque me caiga mil veces por tropezar con piedras parecidas, no hay dos piedras iguales y todas me enseñaron algo distinto. Entendí que puedo caerme cincuenta veces, siempre y cuando me levante cincuenta y una. No escondo mis cicatrices, porque me recuerdan errores pasados, dolores tan anteriores que parecen de otra vida, pero que necesito recordar porque son parte de mi historia, son parte de lo que soy. 
No vivo pensando en mi pasado, pero no lo olvido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario