Te conozco como nadie, incluso más que vos mismo. Tu forma de caminar, tus gestos, como achinas los ojos cuando estas confundido. Tu risa, la verdadera y la falsa. Me doy cuenta cuando estas contento, triste, confundido o si tenés algo que contarme. Se que tu comida favorita son los ravioles, que las películas de terror te dan más miedo que a mi y que no te gusta el helado. Tu color preferido es el naranja y odias que te mientan, te gusta el fútbol y la comida de mi abuela. Me conoces mejor que nadie y sabes hacerme reír hasta en los peores días. Cuando éramos chicos eras el que más me molestaba y  a la vez, mi cómplice en todas mis maldades. Eso no cambio mucho. Siempre fuimos vos y yo contra el mundo. Y ahora que mis sentimientos hacia vos cambiaron, o tal vez siempre fueron los mismos y los descubrí recién ahora, no se como sentirme, solamente se que no quiero perderte. Estoy irreversiblemente enamorada. Es probablemente un error, pero si es con vos, podría equivocarme toda la vida. 

Si pudiera hablarte como en mis sueños, en vez de crear silencios incómodos. Si pudiera ser yo misma. Si no sintiera ese nudo cada vez que te acercas, si fuera tan fácil reírme con vos como con los demás. Si fuera capaz de mirarte a los ojos, y decirte todo lo que te quiero decir. Entonces por ahí no pensarías que te ignoro, o que no me importas, te darías cuenta de como me gustas y lo importante que sos para mi. Pero entonces no sería lo mismo, porque probablemente  no me gustarías como me gustas ni me importarías como me importas.

Es difícil aceptar lo que perdiste, pero más difícil es aceptar lo que nunca tuviste.

Es feo arrepentirse de algo, pero peor es arrepentirse de no haberte animado a hacerlo.

Puedo mentirle a los demás, pero mentirme a mi misma es casi imposible.

Me molestaria muchísimo verte con otra, pero más me molesta verte solo y darme cuenta de que para vos no soy ni una opción. 

Y me dolería haberte perdido, pero no más de lo que me duele saber que nunca te perdí, porque nunca te tuve.

A tu suerte siempre restale una duda. A esa duda, una posibilidad. Si esa posibilidad se vuelve tan loca, esa es tu verdad.

Estoy tratando de no pensarte. Me doy vuelta inmediatamente cuando veo algo que me recuerda a vos, y es difícil, ya que casi todo me hace acordar a vos.

Trato de pensar en otra cosa cuando veo una moto, porque me recuerda a nuestra inolvidable fuga. También se me complica cuando veo el atardecer, porque te imagino al lado mío, abrazandome y riendote. No te puedo explicar como me deprimo cuando agarro mi celular y no veo tu mensaje de buenos días. Pero igualmente sigo adelante, tratando de ignorar estas pruebas de que lo nuestro fue pasajero, y de que ya terminó. Y así, mientras borro nuestro pasado, y trato con todas mis ganas de ignorarte, se que no puedo. Porque que ya no hablemos no quiere decir que te haya olvidado. Nunca voy a poder hacerlo.

La miro de reojo. Ella es tan salvaje, tiene esa belleza natural, simple y cautivadora que siempre va a estar con ella. La brisa mueve su pelo e inmediatamente se lo ata. Ella no da vueltas ni siquiera en ese sentido, no le interesa como se ve, como la ve la gente y así, siendo como es, atrae todas las miradas sin proponérselo. Vuelvo la vista al paisaje, a ese lago que siempre me cautivo, como Pilar, sin querer, sin intentarlo. Las ultimas hojas que cayeron de los árboles se amontonan en la orilla. No puedo evitar pensar que cuando esas hojas no estén mas, cuando otras pueblen las ramas de esos arboles que ahora están desnudos, ella ya no va a estar, y probablemente no la vuelva a ver.

Me gusta pensar en una vida sin complicaciones, sin preocupaciones.

Pensar que puedo con todo, que nada me puede frenar, nada me puede vencer.Que puedo cumplir todos mis sueños, soñar sin restricciones.Es la sensación de poder, lo que se me hace tan irresistible. Y sin embargo, cuando el momento se termina y tengo que volver a mi vida, me siento bien, como si me hubiera renovado. Entonces pienso que puedo con todo, y aunque no sea cierto, tengo ganas de intentarlo.

La vida es prueba y error, todo se aprende y nadie nace sabiendo. En algún momento de tu vida te das cuenta de que con dinero podes comprar una casa, pero no un hogar;  podes comprar una cama, pero no el sueño; podes comprar un libro, pero no el conocimiento; podes comprar sangre, pero no la vida; podes comprar sexo, pero no amor. Pero por desgracia, no es tan fácil darse cuenta de esto y aunque lo estes leyendo ahora, no es tan fácil aceptarlo e implementarlo en nuestra vida. Pero en el momento en el que lo aprendas, vas a darle importancia a las cosas más importantes, esas que el dinero no puede comprar.

El dinero no es nada más que dinero. Cuando tienes dinero, no tienes nada más que dinero.

Nunca me han interesado ni el poder ni la fortuna, lo que admiro son las flores que crecen en la basura.

Te soñé. Viví toda mi vida soñandote. Siempre estuve tratando de encontrarte, buscando tu cara entre todas las demás, como si pudiera reconocerte. Creí encontrarte muchas veces, creí que eras vos y no, eran otros. Me equivoqué, sufrí y pagué las consecuencias de mi inocencia.
Y todavía te sigo soñando, todavía te sigo buscando. Tal vez nunca te encuentre, pero tal vez si. Y entonces, toda esta vida de decepciones, toda esta vida de besar sapos, habrá valido la pena. Te miraré a los ojos y seremos felices para siempre, porque al fin esta simple y normal chica, habrá encontrado a su simple y normal chico. Esta princesa habrá encontrado a su príncipe.

Algunas personas dicen que sólo te enamoras de verdad una vez en la vida. Yo digo que te podes enamorar mil veces...
Hasta que lo hagas bien ~

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor mientras la violencia se practica a plena luz del dia 👈

El la vió y le gustó, ella lo vió y le pareció uno más. Pero el le habló, la hizo reír y la enamoró, ¿Y después que pasó? La desilusionó. Ella se da cuenta de que a el le encanta boludearla, y si antes le había hecho creer que era la única, ahora se da cuenta de que era una de las tantas a las que el les decía que eran únicas.
Es difícil superar a alguien, pero es más difícil superar los buenos momentos que tuviste con esa persona. Y ahí es cuando llorás, te obsesionás,  lo stalkeas, te deprimís, te encerrás, y volves a llorar. Te preguntás ¿por qué el no pudo quererte como vos lo querés?. Hasta que decís basta, pensás en vos y en lo pelotuda que sos por llorar por un pibe que probablemente ni se acuerda de vos. Y ahí es cuando lo empezás a superar de verdad, hasta el punto en el que volves a verlo como uno más, igual que al principio. Porque eso es lo que él es.
Y va a llegar un momento, de esto estoy segura, en el que él se va a poner a pensar y se va a arrepentir de no haberte tomado en serio. Porque a diferencia de él, vos sí sos especial.

Si te miras al espejo y algo no te gusta, tranquila, es normal. Nadie es perfecto y aunque sea una frase trillada, es la realidad. Si te dicen gorda, fea o negra, no le des importancia. Mientras estés bien con vos misma no tiene porque importarte. Probablemente esa persona sea tan insegura que la única forma que encuentra de esconderlo, es criticar a otros.
Pero en ningún momento, quieras cambiarte a vos misma por lo que dicen los  demás. Si querés hacer dieta, hacela. Pero hacela porque vos querés, no porque te digan gorda. Y nunca, por ningún motivo, pongas lo que dicen de vos, antes que tu salud.

La arena, el mar, el sol y tu sonrisa. Tus brazos a mi alrededor, el brillo en tus ojos. Simple y vulgar felicidad, la mejor de todas. Felicidad que no necesita cosas materiales, que no es costosa, pero si la más valiosa.

Esa que esta compuesta por los pequeños momentos felices, por los detalles. La que incluye los "te quiero", los "¿estas bien?" y los "no te vallas". Esta es la felicidad que vale la pena, la que hay que apreciar. Muchos la tienen y la ignoran, concentrados en buscar la "felicidad total", esa que involucra dinero, belleza y fama. Y que no existe. Porque nadie puede tenerlo todo. Nadie vive sin problemas, sin discusiones, sin carencias. La vida tiene sus altos y bajos. Y aunque nos cueste aceptarlo, los malos momentos son necesarios sino ¿Cómo apreciamos los buenos?